domingo, 5 de febrero de 2012

Cachorro

Cachorro. Piet Mondrian. 1891

A primera vista el Cachorro de Mondrian (pionero de la abstracción geométrica pura,1872-1944), pintado cuando sólo tenía 19 años, parece una incursión juvenil en el arte sentimental del siglo XIX, un cachorrito inocente situado en un paisaje amable. Pero si lo observamos más de cerca  y nos apoyamos en nuestro conocimiento retrospectivo de la evolución mística que llevó a cabo Mondrian  de la materia al espíritu, advertiremos una mirada inusualmente intensa en este cachorro que, con la frontalidad de un icono, busca y atrapa la mirada del espectador. Transformando inesperadamente lo que era una formula decimonónica para producir  una sonrisa indulgente en una confrontación directa y penetrante de dos miradas, este perrito nos anuncia el tema de los ojos como ventanas del alma que dominará los autorretratos y los retratos de niños de ojos muy abiertos realizados por Modrian en 1901. Era un camino que llevaba del mundo  exterior y materialista  al territorio interior del sentimiento incorpóreo y el espíritu que pronto atraería  no sólo a Mondrian sino también  a otros pioneros del arte abstracto como Kandinsky, y que, como han subrayado investigaciones recientes, encontraría un programa oficial y cuasireligioso en las doctrinas ocultas de Mme. Blavatsky y la teosofía, que poco después seguiría Mondrian.
El Perro en el Arte del rococo al Posmoderno. Robert Rosenblum. Pags. 74-75. Ed. Nerea. 1989.

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