sábado, 2 de mayo de 2015

Las exposiciones ¿control de calidad o show?

Las exposiciones ¿control de calidad o show?
por Amalio Lasheras

a) Un poco de historia
Las exposiciones caninas están autorizadas y reglamentadas por organismos no estatales, pero reconocidos oficialmente en el ámbito nacional e internacional, tales como la FCI, AKC, el KC, algunos de ellos con más de 150 años de actividad.
Las primeras exposiciones caninas aparecen en la Inglaterra del siglo XIX, propiciadas por el amor a los caballos y a los perros que se dieron con tanta intensidad en ese país. La anglofilia que se produjo en el ámbito mundial como consecuencia del predominio político, económico y militar inglés hizo que estas aficiones se extendieran como la pólvora por todas partes. Increíblemente, una de las causas de que aparecieran las primeras exposiciones caninas fue la ley que, en 1835, se aprobó en el Parlamento británico y que prohibía las peleas de perros. Aunque hasta 1935 la policía no intervino con todo rigor contra los infractores de esta ley lo cierto es que, para llenar el vacío que se produjo por la citada prohibición, los aficionados de las ciudades se empezaron a reunir en los salones de las tabernas y posadas de toda Inglaterra; las apuestas eran corrientes entre los espectadores, pero los juicios se basaban exclusivamente en la apariencia física y calidad de los animales. Al principio todo se limitaba, pues, a una comparación entre perros; de ahí a la formación de estándares que definieran las características de las diferentes razas, entonces en gestación, no hubo más que un solo paso.
Simultáneamente, en todas las ferias de ganados, los propietarios de perros, por supuesto de otros tipos más rústicos, realizaban los mismos procesos de comparación entre sus animales. Tanto en las ciudades como en el campo se nombraba a <>, elegido de entre los criadores, que actuaba de juez y decidía, según su criterio, cuales eran los perros que se atenían más al tipo que buscaban. Tenemos que tener en cuenta que, en aquellos tiempos de la primera mitad del XIX, el ferrocarril todavía no existía, y todas estas reuniones tenían que tener obligatoriamente un ámbito local, porqué las deficiencias y lentitud de las comunicaciones no permitían otra cosa. De la conjunción de estas aficiones coincidentes en las comunidades ciudadanas y rurales surgieron las primeras exposiciones oficiales, cuando las condiciones y, sobre todo, los medios de transporte, lo permitieron.
La primera exposición canina de que se tiene noticia parece ser que se celebró en Inglaterra, en el año 1859, en Newcastle-upon-Tyne y, según los archivos, sólo se admitieron dos categorías de perros, Pointer y Setters. Casi inmediatamente reaccionaron los aficionados de Birmingham, Leeds, Mánchester y, finalmente, de Londres, y les imitaron... Francia empezó en mayo de 1863, en el Jardín de aclimatación del bosque de Bolonia, en los Estados Unidos comenzaron en 1875. Es claro que en los comienzos los registros no eran tan fiables como en la actualidad; tampoco las reglas eran las mismas y, para más diferencias, se admitían actuaciones que hoy serían reprobables. Por citar solamente un ejemplo diré que, en la exposición canina de París de 1870 y para complementar y amenizar la velada se celebraban cazas de ratas; por supuesto, estos acontecimientos contaban con el aliciente de las apuestas.
Una cosa que hay que decir en favor de estas primeras exposiciones es, que lo menos importante era el título de campeón por sí mismo. Lo fundamental era que este título reconocía de una manera lo suficientemente oficial que el perro reunía las capacidades y tipicidad exigibles para ser considerado cualitativa y cuantitativamente un digno representante de su raza y, más importante aún, un modelo reproductor. Esta manera de ver las cosas está actualmente soterrada por la tendencia al show, pero, en mi opinión, sigue siendo la principal finalidad y la única justificación real.
Las exposiciones ayudan a difundir la afición al perro de raza, obligan a un esfuerzo de cría más estricto que, en consecuencia, eleva más el nivel de los animales de raza, tanto participante como no participante; para conseguir esto los perros deben ser juzgados por personas cualificadas, que son los denominados jueces caninos. Es claro que estos señores no pueden regirse por un gusto personal, sino por el criterio que marca el estándar oficial de la raza, pues en este caso: <>, empleando el término <> para definir las cualidades morfológicas que hacen que una raza se identifique con sus normas.

b) Criterios cinotécnicos y de show
Los reconocimientos que reciben los perros ganadores se pueden observar bajo criterios cinológicos o, mejor todavía, cinotécnicos, y de show. El primero es el que configura al ganador de cada raza, al BOB. En el segundo contemplamos el predominio del show: son los vencedores de los grupos, el BOG, y de la exposición, el BIS.
En la obtención del BOB (mejor de raza) priman las apreciaciones de tipicidad y de juez especializado. En la de los BOG y BIS (mejores de grupo y de la exposición) el parecer más general del juez all rounder, con un criterio que normalmente sobrepone la estructura común de la especie sobre la tipicidad propia de la raza.

C) Las exposiciones: ¿Deporte, feria de ganado o show?
Contemplando el tema bajo un punto de vista deportivo, pueden ser un deporte; si nos interesa en primer lugar la calidad de la cría y la mejora de la raza, pensaremos que una exposición canina guarda muchas similitudes con una feria de ganado y, por último, si buscamos complacer al público por encima de cualquier otra consideración, entonces es indudable que pedimos al perro, al handler y a la organización que den espectáculo.

La preparación para una exposición canina comprende, entre muchos factores, algunos de ellos cosméticos, una buena puesta en forma física, tanto para que el perro se presente en su mejor apariencia, como para que efectúe una buena puesta en escena. Ello exige una dedicación previa donde hay que entrenarlo, enseñarle a correr adecuadamente, a posar..., todo ello requiere una buena cantidad de movimiento y actividad física por parte del perro y... del dueño. En cuanto a sí podemos considerarlo un deporte la respuesta es: qué sí. Un deporte donde la estimación es subjetiva, pero deporte al fin. No olvidemos que algunos deportes, incluso olímpicos, tienen una evaluación exclusivamente subjetiva. Los jueces tienen que tener en cuenta la buena puesta en forma del animal. Bajo este punto de vista el perro será un Campeón deportivo.
El criador y el aficionado interesados en mejorar la raza indudablemente verán en el ganador, no solamente a un campeón, sino a un animal digno de repetir sus cualidades y fijarlas en sus descendientes. Para ellos, primordialmente, tendrá objetivos similares a los de una feria de ganado, donde el número UNO es el único digno de perpetuar sus genes. Los jueces especialistas gustan de este tipo de perros y priman la constitución típica por encima de la general. Bajo su punto de vista el perro campeón será un Reproductor.
El juez all rounder y el público no especialista tienen generalmente una visión general en la que prima el espectáculo y no pueden comprender, o no dan importancia, más que al mismo y, aunque sean criadores, lo harán seleccionando al perro más vistoso, aunque no sea un modelo de tipicidad. Bajo el punto de vista de estas personas el perro deberá ser espectacular y la exposición es un Show.

d) Importancia de los jueces como conductores de las razas
Lo razonable parecería que fueran los criadores los que dirigieran la cría de sus razas en la dirección apropiada, pero esto no es así: el desarrollo de las razas caninas depende del criterio de los jueces. Estos son los que, con sus dictámenes hacen triunfar o fracasar un determinado tipo de líneas. Si los jueces buscan un movimiento más amplio: cambiarán las angulaciones; si miran la altura con microscopio: la raza subirá o bajará de altura; si gustan del perro corpulento: la raza será corpulenta. Los criadores tienen que adaptar su punto de vista a los que marcan oficialmente la pauta, es decir, a los que interpretan el estándar. Esto puede parecer justo o injusto, pero es la realidad. Tenemos pues que darles la debida importancia, pues al fin y al cabo son los que imponen la estética de cada raza.

e) Juez especialista o juez all rounder
Con esto entramos en un tema controvertido y digno de debate: ¿juez especialista o juez all rounder?
Entendemos por juez especialista al que procede de la afición específica de la raza que juzga o, mejor aún: que es un criador o un gran simpatizante de la misma. Es un juez que prima la tipicidad específica sobre la constitución o estructura general.
El juez especialista mirará al perro con ojos de aficionado y de mejoras en la procreación, y aplicará un punto de vista de constitución, estructura y armonía concretadas a modelos de tipicidad.

El juez no especialista juzga con criterios más generales y que tienden a aplicarse a todas las razas, excepto, claro está, a las que hayan sido criadas bajo normas teratológicas .
El juez no especialista considera a los perros con un punto de vista más genérico, no tan exclusivista, por motivos que pueden ser de falta de afición específica a la raza que juzga o de conocimientos concretos y especializados sobre esa raza. Un punto negativo a considerar es que el juez especialista-criador puede estar influido por su visión particular de la cría que le inducirá a escoger determinados perros que se adaptan a su visión de la raza, excluyendo a otros que son también perfectos exponentes del estándar. Los all rounder son indispensables para juzgar los Grupos y Best in Show.
La deducción lógica sería que, para juzgar la raza, el ideal fuera el juez especialista y, que para juzgar al Grupo y al BIS fueran indispensables los jueces de grupo o los all rounder. Esta disposición ideal generalmente no se lleva a la práctica por consideraciones económicas, pues un all rounder tiene un campo de actuación más amplio y puede calificar a muchas razas y, por lo tanto es más rentable, y el especialista sólo lo hace con una.
Entonces cabe hacerse la pregunta ¿qué es mejor para la Raza: El juez especialista o el all rounder? La respuesta forzosamente tiene que ser salomónica: Los dos se complementan. El juez all rounder, con su visión general, impide las exageraciones, el especialista impide que todos los perros sean demasiado iguales.
Lo esencial, en mi opinión, es que el juez tenga calidad, el resto es minucia, pues a veces perdemos de vista que ambos aplican el mismo estándar.
No obstante hay que hacer una observación: no es conveniente que los conocimientos de un juez o de un aficionado se limiten a una sola raza. No podemos olvidarnos de que, aunque existan tantas razas caninas, todas están englobadas en la misma especie y, aunque estemos >, y nunca mejor usada la expresión, con una sola, el conocimiento global reforzará al específico. A todo lo dicho anteriormente hay que añadir que en regiones muy apartadas y que nunca han establecido relaciones de intercambio o comercio entre sus perros, se forman razas muy similares. Este paralelismo se produce, sobre todo, si la funcionalidad y el biótopo son similares, aunque no existan relaciones de parentesco y a pesar de pertenecer, en algunos casos, a diferentes épocas. Tenemos muchos ejemplos históricos: los famosos molosos asirios, desaparecidos hace milenios y conservados para deleite y conocimiento de toda la humanidad en sus maravillosos bajorrelieves, son semejantes a algunos molosos de arena modernos; También, si contemplamos las terracotas y pinturas funerarias egipcias de hace de más de 3.000 años reconoceríamos muchas razas modernas que no están, ni por ensoñación, en absoluto emparentadas con ellos. Y si queremos ir mucho más atrás, no hay inconveniente, en el desierto del Sahara, en el Tassili, en una época en que el Sahara era un vergel, en que Sumeria y Acadia estaban por aparecer y en la que Egipto era un inmenso pantano inhabitable, vemos grabados dibujos en las rocas que muestran perros de tipo dogo y otros de tipo pastor que no desmerecen de los modernos y, estamos hablando de hace 10 000 años, cuando el período interglaciar en que nos encontramos era joven, ¿cuántos años llevará el perro junto al hombre?

f) Tipos de juicios
A estas consideraciones hay que añadir, por si no fuera poco, la de los jueces que juzgan basándose en la eliminación por defectos y la de los jueces que juzgan primando el tipo. Los primeros, los considerados de la escuela continental o alemana, y coincidentes con los criterios de los jueces all rounder y de grupo, miran en primer lugar las cualidades generales comunes a todas las razas y a la falta de defectos por encima de la tipicidad; los otros dan prioridad a las cualidades concretas de cada raza. Un ejemplo del primer caso: un juez continental o uno all rounder eliminarán al Mejor si le falta alguna pieza dental, aunque el estándar no especifique número de piezas, como pasa con algunas razas, entre ellas la nuestra: no admitirán el defecto. Un ejemplo del segundo caso: el juez que prime al Tipo, que coincide con el concepto de especialista, y con la escuela inglesa y norteamericana, pasará por alto ese defecto en el Mejor.
Si consideramos que el fin principal de las exposiciones es contribuir al mejoramiento de las razas es indudable que tenemos que dar más importancia al tipo, que a la constitución global, considerando que dentro del tipo está la constitución peculiar de la raza y, que los defectos de un perro que se encuentra dentro de las especificaciones propias de su raza y con méritos evidentes, se puede levantar con una buena cría dentro de su línea de sangre y con cruces bien estudiados.

g) Criterio y gusto
Los que nos movemos por las exposiciones oímos comentarios sobre los criterios que siguen los jueces para calificar, tales como preferencias por ciertas líneas, inclinaciones por algunos tipos y colores..., vamos a especificar un poco.
Primero hay que tener en cuenta que un buen juez tiene que gozar de un sistema de apreciación independiente de sus propios gustos. Me explicaré: si el estándar es suficientemente flexible como para que, aún estando dentro de él, la raza se pueda permitir el lujo de que se diferencien morfológicamente unas líneas de sangre de otras con subtipos diferentes, como ocurre con la nuestra, tiene que tener una visión de conjunto por encima de sus inclinaciones personales, incluso aunque también sea criador, y juzgar por encima de sus tendencias íntimas, siempre, claro está, que no piense con toda honestidad que determinadas líneas se separan, por su subtipo, de la interpretación de lo que debe ser el Tipo ideal que marca el estándar. Nunca se debería oír: <>, bien, esto seguirá ocurriendo siempre, por desgracia, aunque no debiera. El juez debe imponer su criterio, no sus gustos personales.
Siempre que sea posible hay atenerse estrictamente a lo especificado por el estándar. Pero los estándares, algunos, como el nuestro, dejan de describir muchos detalles descriptivos. En lo que es claro el estándar, el juez debe ser estricto. En lo que el estándar no es estricto, el juez es libre de interpretar. Hay que observar que hay elementos que no se contemplan en el estándar y que no dejan por eso de ser importantes, algunas cosas fueron tan obvias que no se consideró que fuera necesario especificarlas, otras se pasaron por alto o no se consideraron significativas. Lo más importante es ser capaz de valorar al perro más típico por encima de defectos que no están especificados.
Lo mismo se puede aplicar a los colores: si el estándar los contempla como correctos, los gustos personales sólo deben servir para que un criador críe según su albedrío o, para que un aficionado elija dentro de su preferencia, nunca para discriminar a un perro de otro.
Otra cosa que hay que tener en cuenta es que no hay dos perros iguales. Con esto quiero decir que si en la mente de un juez se produce un empate, no es porque los perros sean iguales, sino porque sumadas y restadas las diferentes cualidades y defectos de uno son equivalentes a la suma y resta de las distintas cualidades y defectos del otro.
Hay que entrenarse para tener buen golpe de vista. Lo que distingue a un experto de un novato es que el experto ve al instante y siempre lo que el novato ve casualmente. El juez debe ser un gran fisonomista de perros y, aunque no tenga memoria para nada más, el golpe de vista se entrena.

h) El perro posado y el perro en movimiento:

La pose estática:Se contempla al perro a su nivel más sencillo. La pose es simplemente la técnica de presentar al animal de tal manera que se destaquen sus cualidades más relevantes y se oculten, en lo posible, los puntos flojos. Permite una ventajosa y perfecta exposición de la estructura, de los músculos, de la calidad del pelo..., es una prolongación de la personalidad propia del perro y de quien lo ha entrenado.
Iniciarse en la pose no deja de tener sus dificultades, pero ninguna es insalvable. El primer paso consiste en asistir a diversos campeonatos caninos, cuantos más mejor y en ver fotografías. Toma nota de todo, si tienes buena memoria, mentalmente, sino, por escrito. Podrás aprender tanto de los que lo hacen correctamente como de los que lo hacen mal. No tendría objeto tener un perro con un cuerpo excelente y no clasificarlo por no saber presentarlo. Muchos perros, magníficos y con gran cantidad de trabajo y cuidados encima, quedan mal por no ser bien exhibidos. En el entrenamiento mantén las poses por lo menos durante 30 segundos al principio, luego aumenta el tiempo. Conserva al perro siempre vivaz, con alegría, no lo aplastes con tu personalidad. Es un proceso lento, pero es fácil llegar a ser un experto. Observa que cada raza y dentro de ella cada perro tiene una configuración propia que se ve más favorecida con ligeras modificaciones en la postura. En la nuestra, el Am Staff, y en la pose general, lo más favorecedor es presentar al perro de tal manera que el juez pueda verlo desde un tres cuartos. Aunque pueda tener una buena vista lateral el American se ve mejor en esa posición.
El movimiento: no deja de ser una pose dinámica.Tienes que estudiar cual es el movimiento típico de tu raza. En el estándar aparece descrito el movimiento del perro. El perro se juzga siempre al trote. Estudia el trote típico de la raza. Si en el estándar no aparece descrita la manera total en que debe moverse el perro, tienes que trabajar teniendo en cuenta:

La forma común que se tiene de ver el movimiento del Am Staff
La funcionalidad de la raza
La comparación con otras razas que tienen o han tenido su misma funcionalidad.
Lo no descrito en el estándar tiene una importancia secundaria con relación a lo descrito.
Traza en tu lugar de entrenamiento las líneas de recorrido que tendrás que seguir en exposiciones y un círculo: entrena sobre ellas. Si es necesario emplea un espejo para verte o a un compañero que te corrija. Consigue llevar al perro poco a poco a su trote más rápido, observa que no converjan las patas por exceso de velocidad; la cabeza tiene que ir alta. Cuando estés en un ring y te hagan correr en grupo tienes que haber adquirido habilidad suficiente como para imponer el trote ideal de tu perro al de los otros. No te preocupes de tu movimiento, es el perro el que es juzgado.
EL MOVIMIENTO EN LAS EXPOSICIONES
El movimiento debe adaptarse a la posición del juezSi el juez nos ve de lado hay que acelerar hasta alcanzar el mejor máximo paso posible del perroCuando nos vea de lado o de frente hay que reducir la velocidad para evitar que el perro <> las patasAl iniciar el paso y al salir de los ángulos hay que acelerar inmediatamente

Como ya hemos dicho antes podemos considerar tres ritmos en el trote si tomamos como parámetro la rapidez: la velocidad de salida, la velocidad de crucero y la velocidad punta. Cada una viene marcada por la raza y las tres son mejorables por medio del entrenamiento pertinente.

La velocidad de salida, aparte de necesitar de muchas repeticiones para mejorarse, requiere de toda la atención del perro y del conductor y es comparable a la salida de un esprinter de atletismo. En exposiciones se ve en muy pocos perros por lo difícil que es de entrenar. Es esencial para poder efectuar buenos cambios de ritmo.
La velocidad de crucero es la que el perro puede mantener durante un período de tiempo prolongado: es su velocidad de trabajo. El tiempo que el perro aguanta en su paso ideal y sin salirse de él (cuando se trata del trote), y la rapidez, están relacionadas con la condición física del animal.
La velocidad punta consiste en ese pico de aceleración que el animal es capaz de mantener por poco tiempo, generalmente ante una emergencia, y que también es muy mejorable.
Normalmente en exposición sólo se puede ver la velocidad de crucero, pero un buen handler conduciendo a un perro bien entrenado, nos haría apreciar a las tres.
Me explico:
Al salir, sobre todo si el juez nos observa desde un lado, hay que intentar salir lo más rápido posible. Al salir de los ángulos, donde por lógica hay que frenar, hay que acelerar inmediatamente para recuperar el paso ideal.
Como ya hemos dicho antes: Si el perro corre sólo, y contemplado de lado, hay que mantener su trote ideal que, si está bien entrenado, será amplio, rápido y potente, sobre todo del tren posterior.
Si el perro corre con varios más y en círculo o en paralelo hay que intentar mejorar el paso de los demás competidores, cuando el juez mira a otro lado aprovechar para relajaros y en cuanto veáis que os mira: acelerar, ese es el momento para aprovechar la velocidad punta, comer terreno al de delante e intentar separaros del que os sigue.
Cuando el juez mire al perro de frente o de espaldas reducir el paso, pues un paso demasiado rápido incide en que las patas se tiendan a juntarse. A más velocidad, más tendencia de las patas a ir hacia el eje sagital. De lado el juez no podrá ver el cruce de patas, es el momento de los cambios de ritmo y de acelerar.

I) La preparación cosmética para las exposiciones
Una de las cosas que más pueden atraernos de nuestra Raza es que, en teoría, no tiene arreglo de pelo, pero la realidad en las exposiciones no es esa. Parecería que con un buen baño, cepillados y cuidar el blanco para que resalte, es suficiente. Personalmente yo estaba harto de arreglar perros (tenía Schnauzer Gigante) y, a modo de anécdota, diré que cuando llegué al Campeonato del Mundo en Bruselas, con poca experiencia todavía con los Am Staff, no podéis figuraros cual sería mi sorpresa cuando veo que viene el criador de mi perro, el alemán Ebby Simon, mira a Yankee´s Barkley y sale corriendo, para volver inmediatamente con unas tijeras y, sin encomendarse a Dios ni al Diablo, le recorta los bigotes, los pelos de encima de los ojos y cualquier pelo que veía sobresalir, después le perfiló las orejas recortándole los pelillos no se olvidó siquiera de perfilar las nalgas ni de recortar el rabo. En ese momento me di cuenta de que si quería hacer algo dentro de los show tenía que hacer como los demás, me gustara o no, e integrarme en el sistema.
Esto es, más o menos, lo que aconsejo hacer antes de una exposición. Primero bañar al perro con una anticipación de, como mínimo, dos días antes. Buscar un champú neutro y que dé brillo, hay muchos en el comercio, y algunos incluso específicos a cada color de pelo o para resaltar el blanco. El baño provoca que suelte pelo y, por lo tanto, hay que estar atento a cepillarlo suficientemente, antes del baño para prever y, después del baño para eliminar. Varios días antes empiezo a recortarle los pelillos de los bigotes, de las cejas, etc. Es muy importante perfilarle bien los bordes de las orejas, también hay que vaciar completamente de vello el interior de las mismas. Yo lo hago por etapas, porque me da mucha pereza, pero se puede hacer perfectamente cualquier día de los dos o tres anteriores al show. Cuatro o cinco días antes, le rebajo las uñas, parece mentira que por mucho ejercicio que haga el perro siempre se pueden recortar más. En algunas razas en las que se pide <>, cuando el perro, generalmente aprovechando la anestesia del corte de orejas, le cercenan las uñas a ras, con esto se consigue que, ya de adulto, se pueda depurar muchísimo más el corte sin hacer daño al animal. Es importante que estén bien cortas para que el perro pise más recogido. También es importante hacerlo varios días antes para evitar hacerle daño y que luego cojee. Para impedir esto último yo se las rebajo con una Dremmel portátil pequeña, nunca con alicates ni tijeras. Si el perro tiene remolinos en el cuello, en la parte posterior de los muslos o donde sea, también es aconsejable igualar. Hay profesionales que hacen milagros rebajando el pelo en la nuca, para dar impresión de disminución detrás de las orejas y para resaltar más el grosor del nacimiento del mismo junto al pecho y dar más énfasis y resaltar más las diferencias con la nuca. Hay que recortar los pelillos de la terminación de la cola y luego afilar la terminación para dar la impresión de que es más corta. También reducir todo lo que sobre por debajo y a lo largo de la misma.
El día anterior al show y antes de salir para allí, en el hotel o en casa, le blanqueo con tiza el blanco del cuerpo, a veces le doy también un producto de base para que fije bien la tiza. Antes de salir al ring le vuelvo a repasar el blanco y le paso una manopla suave de badana para darle brillo. Algo que me da muy buenos resultados para que el pelaje tenga muchísimo brillo es pasarle antes de salir un guante de toalla húmedo, con una mezcla de agua, vinagre y un poco de aceite mineral. El aceite mineral no penetra en la piel, como el vegetal o el animal, y se mantiene más en la superficie, es decir en el pelo, esto es esencial sobre todo si la exposición es al aire libre y, más aún, con perros obscuros
Por supuesto hay que llevar al perro con las orejas, los dientes y los ojos bien limpios, pero eso es elemental
A muchos amantes del Am Staff nos gustaría que se pudieran presentar totalmente naturales, sin ningún arreglo, pero las circunstancias mandan.
Si le recortáis al perro el pelo es seguro que luego le va a crecer algo más, pero no mucho. Yo he conocido el caso exagerado de gente que les recortaba las pestañas para que les crecieran luego más, generalmente aprovechando la circunstancia de que el perro estuviera dormido por la anestesia durante el corte de orejas.
Para enseñarle a posar no hay trucos milagrosos, sólo hay que conseguir que el perro esté siempre en atención en la postura deseada y lo más fácil es conseguirlo a base de comida. Un método fácil y práctico es entrenarlo sobre una mesa de las de trimming o similar , lo colocáis allí, sobre ella, en posición y luego con mucha paciencia lo vais acostumbrando a estarse quieto o quieta, premiadle con golosinas lo mismo que haríais si estuvieras en la exposición y acariciarlo, acariciarlo mucho al mismo tiempo que le obligáis, acariciarlo continuamente. Aprovechar la mesa para cepillarlo, para recortarle las uñas y, en general, para acostumbrarlo y obligarle, con mucha paciencia, a estar siempre en la posición correcta.
Luego pasáis al suelo y más adelante intercaláis trote con pose.
Es esencial que observéis la disposición de la entrada al ring, la de la mesa del jurado, y la manera de actuar del juez, para trazar vuestra estrategia. Entrar siempre como ganadores, nunca de una manera apática ni conformista, pensar que sois ganadores, no molestéis a ningún otro perro, ni permitáis que lo hagan con vosotros, estar preparados para que la mirada del juez no os pille nunca relajados, tener en cuenta que el primer golpe de vista es esencial y que, aunque no estén aparentemente observando a vuestro perro siempre le pueden estar juzgando. Y luego: suerte.

j) Presentadores ¿profesionales o amateur?
A un primer golpe de vista parecería que lo ideal sería que cada dueño presentara a su propio perro, esto llevaría indudablemente a una identificación mayor dueño-perro y les obligaría a ambos a conocerse mejor. En sí una preparación seria para exposiciones constituye un verdadero deporte para ambos y un gran relax. No obstante no todo el mundo está capacitado para presentar a sus propios perros por diversas causas, tales como una cierta falta de conocimientos propia de no profesionales, o de dotes atléticas o también por obligaciones profesionales o familiares que impidan al propietario viajar.
El presentador profesional, el handler, tiene por lógica mayores conocimientos sobre el manejo de los perros, sobre la mecánica de las exposiciones y, por supuesto, una soltura que solamente puede dar la práctica. Es indudable que para poder hacer un circuito lo más cómodo es delegar en una persona cuya profesión es esa: presentar perros.
Cualquiera de esas opciones es igualmente válida aunque un handler tiene otras ventajas como la relación, aunque no sea más que visual, con los jueces, cosa por otro lado lógica cuando se acuden a numerosas exposiciones.
Por desgracia no todos los jueces juzgan exclusivamente mirando al extremo de la correa que corresponde al perro, pero eso se da también, aunque por razones obvias en menor medida, en presentadores-propietarios que acudan a numerosas competiciones y bien relacionados. El problema es siempre la solvencia del juez y que no sea influenciable.
1La Teratología constituye una manera de seleccionar basándose en defectos.
2 Os aconsejo que leáis el magnifico artículo escrito por D. Pascual Boronat sobre este tema.

AUTOR

Amalio Lasheras
E-Mail: amalio@mundivia.es
Web: http://www.ceast.net/
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