sábado, 24 de septiembre de 2011

Origen y cualidades del pinscher


Sus orígenes son muy lejanos, puesto que sus antepasados vivían  verosímilmente en  el neolítico: en los vestigios de pueblos lacustres de Suiza y el Tirol se han hallado osamentas de perros cuyos descendientes  se extendieron  por toda Europa. En Alemania, una especie  de ese perro primitivo ha evolucionado  para ser utilizado  en el curso de los siglos  primeros  de nuestra era en los dominios agrícolas. Después el perro custodió rebaños y cazó ratas; se le llamaba pinscher, indistintamente de que tuviera el pelo raso o fuerte. La raza quedó escindida en dos en 1879, cuando el pinscher de pelo raso fue oficialmente homologado; al año siguiente , el pinscher de pelo fuerte fue bautizado con el nombre de schnauzer.
Se confunde a veces el pinscher mediano con el doberman. Pero no se trata de una reducción de ese perro, sino por el contario  fue el pinscher el que, a mediados del siglo pasado, participó en los distintos cruces que dieron  origen  al dóberman.
El pinscher no es un perro de defensa y de ataque, sino un guardián  de oído muy fino que da la alarma al menor ruido insólito, y un ratonero que destruye encarnizadamente los animales nocivos.  Se consideraba que mordía fácilmente, lo que no es verdad, en la medida en que es fácil de adiestrar y de gobernar: el pinscher es dócil y muy apegado a la familia. Se le clasifica en el segundo grupo, entre los perros guardianes y de protección; podría figurar también entre los perros de compañía , como su modelo reducido, el pinscher enano , o zwergpinscher, del que tiene todos los caracteres anatómicos. El pischer enano no ha sido estropeado por una selecció abusiva; no presenta ninguna de las taras del enanismo artificial. Admirablemente proporcionado y armonioso en sus líneas, andadura y porte de la cabeza, tiene una salud de hierro y un carácter agradable. Buen guardián, ladra al menor hecho inhabitual. Merece ser mejor conocido y apreciado.

Guía Práctica Ilustrada para El cuidado del Perro. Jean- Pierre Allaux. Pag.166.Editorial Blume SA.1986

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