miércoles, 30 de noviembre de 2011

Las formas de la posesión : solidaridad y compañía

Las formas de la posesión: solidaridad y compañía

POR Ximena de la Cueva

Por más que disimules, un abismo
serás como también el yo saberte
conmigo aquí en lo que llamamos mundo.
—Eliseo Diego—


Habitar los espacios, sean casas o transportes, desplazarse por sitios públicos, permanecer casi inmóvil en un sillón… todas actividades que adquieren un ambiente y un carácter peculiar si se llevan a cabo con un compañero. Eso es real y evidente si se analiza de cerca y con atención la conducta de las personas con mascotas. La elección de este compañero puede partir de las más diversas concepciones del mundo y necesidades específicas, desde las más físicas hasta las que involucran cuestiones subjetivas (aunque con bases físicas, finalmente) y por lo tanto, las preferencias individuales. Sea la búsqueda de mejorar la salud, la sustitución de afectos, la animadversión y hasta las alergias, todas estas motivaciones y muchas más pueden estar en la base germinal de las relaciones entre los humanos y las mascotas o los animales domésticos; particularmente en aquellas donde el vínculo afectivo se vuelve más que estrecho, inamovible y tan amplio, que cubre casi la totalidad de la cotidianidad de la persona.

Si el maíz y el trigo están domesticados…

El nexo entre ciertas especies animales y los grupos humanos inicia con la búsqueda de satisfacer necesidades alimenticias y facilitar el trabajo para obtener recursos económicos, y aquí dejamos la idea a la imaginación del lector, pues en la memoria puede aparecer el texto de Claude Meillasoux Mujeres, graneros y capitales, y a veces resulta inconveniente que al hablar de recursos económicos antiguos o modernos, surjan las mujeres y los capitales relacionados.
A partir de la conformación de esta serie de relaciones, algunos animales pasaron a ser parte de la cotidianidad doméstica en las sociedades sedentarias o seminómadas y aunque hay evidencias óseas de la presencia de animales de compañía en grupos muy antiguos, así como en algunas pinturas rupestres, los estudios y la información más abundante parte de las agrupaciones para las que la domesticación revolucionó de manera drástica sus bases económicas y en consecuencia, las relaciones más subjetivas y superestructurales que podamos pensar y conocer, por ejemplo las que acercan o alejan a los individuos de ciertas especies animales.
Aquí es donde empieza a definirse una línea divisoria fundamental; el camino de la comparsa siguió su construcción y al pasar los milenios, las gallinas, las vacas, los caballos, y por supuesto, los perros y los gatos dejaron de pensarse como “animales”, en el sentido de seres libres, peligrosos o no, pero básicamente diferentes a nosotros como grupo y como individuos. Sin embargo, los primeros en raras ocasiones son identificados como mascotas, pues la base de su presencia en las casas es económica o de ayuda para cuestiones laborales. Los que viven al interior del hogar y aquellos con quienes se comparte prácticamente el día entero, pasaron a ser miembros de la familia y los animales “de granja” ni siquiera tienen rostro para la enorme cantidad de habitantes de las ciudades, que se limitan a consumir cuantos productos salgan de ellos.

Una casa medio llena

Los seres que llamamos mascotas son importantes más allá de su presencia cotidiana, y es posible pensar que todo inicia con la, en apariencia, simple decisión de cuál de todas las posibilidades de existencia compartirá nuestros dramas, prejuicios, camas y familia. El origen de la palabra, según los expertos, está en el francés mascotte, que en el sur de Francia se usaba para referirse a objetos que por efecto apotropaico (1) (por contacto con ellos), originaban situaciones positivas, léase buena suerte; es decir, funcionan a manera de talismanes, que reprimen y alejan “lo malo”. Y ya dentro del diccionario, una mascota es un animal de compañía, es decir, que no se le tiene con fines alimentarios o de trabajo.
Aunque se supone que los animales preparados para ser compañía y auxiliar a las personas con diferentes problemas de salud, tienen la misión de simplificar las actividades cotidianas de estos enfermos, la suma de sensaciones que generan son situaciones relacionadas con la solidaridad, lo que se suma al apoyo físico que brindan y para lo que están entrenados.
Puede llamársele fascinación, superstición sensual o simple análisis estético, lo cierto es que Borges, Baudelaire, Neruda, Lizalde, y los que ustedes nombren, escribieron al menos un poema a los gatos o a la cualidad de ser felino. Eso sin mencionar a los de T. S. Elliot y la relevancia de estos cuadrúpedos en la vida de Carlos Monsiváis. Y aunque aquí se nos pueda acusar de herejía poética, tal vez sea posible relacionar ese contacto cercano como ejemplo de que son fuente de aprendizaje, y de que son capaces de apoyar a cualquier “dueño”, en etapas críticas de inestabilidad emocional.

Química y emoción

Por otro lado, está la suma de ideas negativas en contra de ciertas especies. Volvamos a los gatos. La Inquisición alentó la llamada “caza de brujas”, y como parte de esa forma de juzgar y reprender, el papa Inocencio VIII y su bula de 1484, consiguieron establecer como habituales los sacrificios de gatos durante las fiestas populares, pues también se le hacían acusaciones. Además de ayudar a Lucifer, a los felinos, sólo a los domésticos, se les consideraba culpables de una infinidad de males, así que para terminar con ellos había ritos para quemarlos, entre otras atrocidades. Al parecer, la Noche de San Juan era una de estas fiestas abrasantes en las que se les incluía como parte de la hoguera.
Dejando de lado esa oscuridad religiosa, pero sin separarnos demasiado, veamos ahora la relevancia de las mascotas, por el aparentemente simple hecho de nombrarlas. A los caballos se les pone nombre, pero no a los cerdos o gallinas que serán parte de las ventas o de la mesa una tarde de invierno. Las denominaciones, nuevamente nos llevan al terreno de lo adámico y la posesión; dios le dio a ese primer hombre bíblico, la orden de nombrar a cada ser con el que compartía el espacio vital para ayudarlo a aprehender su entorno paradisiaco. Y es probable que este sea el primer ejemplo de que el contacto cercano con ciertos animales (de los que seguramente Adán tenía un par), refuerza la inteligencia emocional, de los humanos, por supuesto.
En definitiva, un humano es diferente por el simple hecho de decidir compartir su vida y su espacio con estos seres que el encuentro los hará compañeros, pues desde cualquier ángulo, ofrecen mucho más que onomatopeyas y recuerdos capilares.

(1) El concepto viene de de apotropein, que significa alejamiento, que traducido a esta cuestión específica puede verse como una especie de barrera en contra de elementos, contextos y circunstancias negativas.

Jana y Ashley de Totana


                                              Fecha de nacimiento 20 de octubre de 2011
                                             Por El Jabato de Anomia y Focha de Anomia

                               

martes, 22 de noviembre de 2011

De los perros de las guerras

Éste artículo versa sobre este animal, el perro, a lo largo de la historia, hasta bien entrado la edad media, y su empleo por el hombre como arma de guerra; para rematar en una relación con el texto de Soledad Acosta de Samper “Perros de la Conquista”.
De la revisión del archivo personal de Daniel Mesa Bernal, que llegó a la Sala Antioquia de la Biblioteca Pública Piloto el año pasado, encontramos un artículo de prensa del suplemento Lecturas Dominicales, de El Tiempo, del 30 de diciembre de 1962, página 6, titulado “Los animales en la historia: El Perro. Los Mastines combatieron contra César” por Guilio Colombo, con versión de Pedro Cavallazzi Soriano.
Lecturas Dominicales, de El Tiempo, del 30 de diciembre de 1962, página 6, titulado “Los animales en la historia: El Perro. Los Mastines combatieron contra César” por Guilio Colombo
Lecturas Dominicales, de El Tiempo, del 30 de diciembre de 1962, página 6.
Lecturas Dominicales, de El Tiempo, del 30 de diciembre de 1962, página 6.

 Este artículo hace un recuento del empleo del perro en combates a lo largo de la historia. Al terminar de leerlo recordé el pequeño texto, leído hace tiempo “Perros de la conquista” de Soledad Acosta de Samper, artículo aparecido en su libro Biografía de hombres ilustres o notables, de 1883.
Pero antes un pequeño antecedente extraido de Konrad Lorenz [1], quien nos dice que en la transición del paleolítico al neolítico -entiendase mesolitico, 10000 a.C hasta 5000 a.C.-, el perro era ya un animal doméstico, el llamado perro de las turberas, procedente del chacal dorado (canis aureus)
“Cabe suponer que el hombre entonces, justo en el período  en que pasó a vivir en palafitos[•], tomara consigo algunos ejemplares del chacal particularmente mansos, todavía no domésticados por completo, pero, en cambio, excelentes cazadores y, como tales, de gran valor para él, y los convirtiera en animales domésticos en el verdadero sentido del término.” [2]
Desde entonce se da un proceso de relación mutua, hasta que el hombre entró en combate con sus similares y se dió cuenta de las ventajas de aquel noble animal.
EL PERRO. ARMA DE COMBATE
Para el combate el perro supero en varios aspectos a muchos otros animales, como el caballo o el elefante, pues “Infiltrándose en las líneas enemigas, ha sabido distinguir al adversario mejor que el caballo y el elefante; allí siembra el desorden y el pánico con la ferocidad guerrera de su aspecto, y es resistente a las heridas, en tanto que se hace más feroz con el dolor y se incita más y más con el olor de la sangre.” [3]
En: http://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?f=45&t=15728

Nos dice Colombo que Aliatto, rey de Lidia en 618 a.C., figura entre los primeros que adiestraron canes para el combate, llegando a constituir batallones de dogos. Se desprende igualmente que Ciro los utilizó en sus diversas batallas. Otros reyes que actuaron igual fueron: Atila, el rey Huno en 451 a.C., quien se hacía acompañar por galgos que empleaba principalmente como centinelas, en vez de combatientes. Filipo II de Macedonia con ayuda de mastines pudo, en 359 a.C., desalojar a los tracios de los bosques donde no podían penetrar con caballos. Jerjes en su campaña contra Grecia en 480 a.C., empleo dogos, que fueron decisivos en el enfrentamiento o choque cuerpo a cuerpo “soltándolos solo a una distancia muy cercana para que no se dispersaran durante el ataque y manteniéndolos ocultos hasta lo último detrás de los escudos de dos filas de soldados.”  En 101 a.C., el cónsul romano Caio Mario casi pierde la batalla de Vercelli por una horda de mastines comandadas por mujeres. Cesar durante su desembarco en las costas británicas se vio obstaculizado por  cuadrillas de mastines adiestrados por los isleños.
Sobre los griegos refiere que “[…] amaestraron a los perros para el combate en formación bélica, con arte y disciplina, y los mastines decidieron por su propia fuerza el éxito de algunos combates inciertos.”
Más adelante dice “Los legionarios romanos, a su vez, maestros en el arte de la guerra, por norma prefirieron confiar más en su escudo y en el arte de manejar la espada en el combate cuerpo a cuerpo, dejando a sus perros el encargo de distraer y estorbar a los enemigos.”
PROTECCIÓN DEL PERRO
En principio el perro combatió  inerme, sin ninguna clase de defensa, solo con sus propias armas. Los asirios fueron los primeros en planear la manera de protegerlos durante el combate. En el 60 a.C., Estrabón[•] define “ ´giaco´ una especie de cota metálica para protección del tronco” que les ponían para tal fin. Posteriormente los galos
“construyeron autenticas corazas para sus gigantes auxiliares de combate, corazas ensambladas con lamina de metal unidas y dispuestas en tal forma que no impedían la agilidad de los movimientos, y junto con la coraza también un collar erizado de clavos afilados y hojas cortantes. En Medioevo los celtas renovaron este sistema de protección transformando a sus dogos en auténticos acorazados con collares puntiagudos. Adornando con líneas la armadura y, sobre todo, adaptando al collar una larga espada afilada, colocada hacia delante a modo de lanza, que resultaba mortal para los caballos.”
Esta característica se observa en posteriores periodos de la historia. En la guerra que libraron Carlos V de España y Francisco I de Francia, aquel empleo 800 sanguinarios San Uberto dispuestos por Enrique VIII “[…] fueron ellos los que, en la batalla de Valencia, protegidos con corazas de acero y amaestrados para luchar contra la caballería, desconcertaron a los franceses.”
En: http://lafolklorica.blogspot.com/2010/08/salamancas-y-caminos-los-perros.html
Por otro lado es menester mencionar el reconocimiento de que fueron objeto estos animales, nuevamente se menciona a Aliatto quien fue probablemente “[…] el primero en instituir los cargos oficiales para la administración de las vituallas de la tropas caninas, con equipajes bien provistos y bueyes para carne en el sequito del ejercito.” En 480 a.C., en la batalla de Salamina, “[…] un perro se distinguió de tal manera que mereció ser sepultado en Atenas con públicos honores.” Igualmente “El dogo ´Hircanus´ del rey de Tracia, Lisímaco, muere combatiendo en defensa del amo en la batalla de Cyropedion, en el 326 a.C., y es públicamente rodeado de honores.” Más recientemente Napoleón “[…] organizador minucioso de sus tropas, no se olvidó de dotarlas de perros.” Y así se pueden mencionar varios ejemplos, hasta bien entrado el siglo XX.
OTRAS FUNCIONES
 No solo como combatientes se distinguieron los perros, también como  estafetas y porta-ordenes, “En este caso se hacía ingerir a los animales los pergaminos que debían llevar más allá de las líneas enemigas, los cuales eran recuperados por los destinatarios sacrificando al mensajero.”
Así mismo fueron empleados para dar caza a enemigos. La reina Isabel  dio cacería a irlandeses y enemigos del protestantismo con tropas de sabuesos. Durante el periodo de la conquista en América, los conquistadores se sirvieron de perros  para perseguir a los indígenas. “La acción de estos sabuesos, ya expertos en seguir a los esclavos, no fue bélica, sino que se redujo a una sangrienta persecución de fugitivos inermes. De entre estos perros se distinguió uno por su furor y crueldad, llamado ´Becerrillo´” Característica esta que se tratara más adelante.
Otro uso del perro en combate fue y es como auxiliar de salud “El pintor Jean Bungartz tuvo la idea, a principios del siglo pasado (XIX) de usar el olfato y el instinto naturales del perro en la búsqueda de heridos en el campo de batalla.”
RETOMANDO…

De lo anterior, especialmente cuando se mencionó al perro durante la conquista, retomo a Soledad Acosta de Samper en su texto referente para el siglo XIX Biografías de hombres ilustres ó notables. Relativas á la época del Descubrimiento, Conquista y Colonización de la parte de América denominada actualmente EEUU de Colombia, obra destinada al servicio de la instrucción pública, publicado en 1883, en Bogotá por la Imprenta de La Luz. (Clasificación en la Sala Antioquia 920.71. A185). En un artículo presentado al final del texto pregunta ¿Parecerá acaso inoficioso y tal vez hasta irrespetuoso para con nuestros antepasados, los conquistadores del suelo patrio, el mencionar al fin de esta obra los nombres de algunos perros que se hicieron famosos en la Conquista? Respondiéndose que la idea es la de instruir y en ello cabe tratar “aunque sea de paso, de algunos perros cuya cruel ferocidad tuvo mucha parte en la reducción de indígenas americanos.”[4]
 Los perros que existían aquí a la llegada de los españoles eran mudos y solo se empleaban como compañía y en las cacerías. Se pregunta la autora si los españoles empleaban perros durante sus guerras, creo que por lo expuesto arriba es de suponer que España durante su poderío en Europa hizo uso de tal elemento bélico, transportando ejemplares al nuevo mundo.
“Los perros de los conquistadores eran de raza de alanos, es decir, mestizos de dogo y mastín”. De los más conocidos fueron Becerrillo, ya mencionado arriba y Leoncico. Refiere así esta autora a Becerrillo
“[…] era enorme, salpicado de manchas negras sobre un fondo rojo, la nariz negra y los ojos rodeados de pelo negro. Era tan apreciado por su ferocidad que se le daba doble ración, y su amo recibía sueldo por los servicios de su perro. Era tan inteligente que distinguía los indios mansos de los alzados. […] Después de muchos años de servicios, Becerrillo murió de resultas de una flecha envenenada que le dispararon los Caribes en un combate, y que atravesó la colcha forrada en algodón que siempre le ponían sobre el cuerpo para evitar las flechas enemigas.”[5] 
De esto se desmiente lo anterior que solo fueron para caza, pues en la nueva tierra la persecución de indígenas de implícito por lo general incluía un combate.
En: http://www.sindramas.com/phpBB3/viewtopic.php?f=9&t=25007&view=previous

Sobre Leoncico, famoso perro de Balboa, dice que fue hijo de Becerrillo, “[…] el cual recibía la paga de un oficial, y combatió al lado de su amo en todos los encuentros que tuvo con los Indios del Istmo de Panamá.”
También refiere para la región de Santa Marta a Amadís, cuyo dueño fue un tal Francisco Castro “[…] el cual hacía parte de todas las expediciones contra los desgraciados aborígenes. […] Cuando Gonzalo Jiménez de Quesada vino a la conquista del Imperio Chibcha, no trajo perros en la expedición; pero a la llegada de Federmann y de Belalcazar estas fieras participaban en todas las guerras contra los indígenas que después se rebelaron contra los españoles, y aquellos infelices tenían más horror á un alano cebado á matarles, que á un regimiento de arcabuceros.” [6]
Juan de Dios López Cano
Referencias
 [1] Lorenz, Konrad. Cuando el hombre enconro al perro. Ediciones Naciones, Circulo de Lectores Ltda. Bogotá. 1976.
[•] Viviendas construidas y apoyadas sobre pilares y estacas.
[2] Lorenz, Konrad, op cit, p 21.
[3] De aquí en adelante la información es sustraída de Colombo, Guilio “Los animales en la historia: El Perro. Los mastines combatieron contra César.” Lecturas Dominicales, El Tiempo, 30 de diciembre de 1962, p 6.
[•] Geografo e historiador griego, nacido en Amasia Ponto, en el periodo aproximado 64 a.C – 19 d.C.
[4] Acosta de Samper, Soledad. Biografías de hombres ilustres o notables. Imprenta de la Luz. Bogota. 1883. p 442.
[5] Ibid, p 443.
[6] Ibid, p 443-444.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Historia del Pinscher Miniatura

El Pinscher Miniatura o Pinscher Mini se origina en el siglo XVIII, concretamente en Alemania.Existen varias teorías en cuanto a su origen, una de ellas es que puede que se haya desarrollado a partir de un cruce entre Galgos Ingleses o Greyhound con Teckels o "Salchichas", y con un poco de sangre de Terrier, otra de ellas explica el origen del pinscher miniatura como un cruce de Toy y de Manchester terrier.
El pinscher miniatura procede del Pinscher Alemán o pinscher mediano, diríamos que es la imagen achicada del pinscher mediano, pero sin defectos de enanismo; se diferencian claramente por el peso (pinscher miniatura de 4 a 6 kg, según marca el estándar oficial; pinscher mediano entre 14 y 20 kg) y la altura a la cruz (P.M 25-30 cm, y pinscher mediano entre 45-50 cm).
Contrariamente a lo que se cree, el Pinscher miniatura no se originó a raíz del Dobermann, únicamente tienen en común que los dos cuentan con sangre Terrier en sus antepasados, por otra parte el Dobermann apareció casi un siglo después.
Al ser su origen las granjas alemanas, se utilizaba como perro ratonero y nunca fue un perro de la aristocracia; el nombre "pinscher" significa "mordedor", aunque este calificativo no define en absoluto al carácter de esta raza.
En un principio el Pinscher Mini fue llamado Reh Pinscher, todo perro que fuese pequeño y un buen cazador de ratas se aceptaba en la raza.
Se presenta el primer pinscher miniatura en 1836 en Mecklemburgo.
No fue hasta que en 1895, en que se creó el Pinscher Klub, hoy en día denominado Pinscher Schnauzer Club (1921), es entonces cuando la raza se clasifica oficialmente como miniatura.
Los Pinscher Miniatura y los Affenpinscher se clasificaban como una única raza hasta 1896, a partir de entonces, cuando se celebró la exposición de Berlín, se decidió que la variedad de pelo largo se denominase Affenpinscher.
Para la FCI pertenece al grupo II.
Las orejas deben ser rectas y naturales, aunque en algunos países todavía se permite cortarlas, la cola sin cortar, aunque en sus orígenes se exigía el corte de ésta, que el pelaje fuese corto, suave y pegado a la piel. Los colores que se definieron fueron el rojo oscuro, el rojo mezclado con pelos negros, el negro y rojizo, y el chocolate y rojizo.
La raza hizo aparición en los países escandinavos, más tarde en Europa y Las Islas Británicas. Inmigrantes alemanes llevaron la raza consigo a Estados Unidos, donde rápidamente ganó protagonismo.
El pinscher miniatura es un pequeño valiente (se cree un perro grande), vivaz, cabezota, inteligente, gran amigo, fiel, divertido, en definitiva, un pequeño gran perro.

Affenpinscher

Los Pinscher Miniatura y los Affenpinscher se clasificaban como una única raza hasta 1896, a partir de entonces, cuando se celebró la exposición de Berlín, se decidió que la variedad de pelo largo se denominase Affenpinscher. Es una antigua raza alemana que aparece en cuadros de Jan van Eyck y Alberto Durero. No existen dudas con respecto a su nacionalidad, pero si sobre su origen. Algunos mantienen que procede del Grifón de Bruselas. Otros consideran que es este último el que tiene origen en el Affenpinscher. Una tercer corriente sostiene que el Affenpinscher es una versión enana del Terrier Alemán de Pelo Duro. Participó en la Exposición Canina de Cruft en 1980.

Pinscher Miniatura


También llamado Mini Pinscher por varios, es un perro, mascota de compañía. Los Mini Pinschers fueron primero usados para cazar roedores, especialmente ratas. En el nativo Alemán, el perro es conocido como el Zwergpinscher. La parte Pinscher, se refiere a la clasificación de perros guardianes o cazadores de roedores. La parte Zwerg, en Alemán significa enano o Miniatura.


 

 

Pinscher Alemán

El Pinscher mediano o Alemán, es de pelo corto y liso representa a una raza muy antigua incluida en los libros de registros alemanes en 1880. Tiene las mismas características del Schnauzer, por lo que éste era llamado también Pinscher de pelo áspero.  El Pinscher de pelo corto y liso se diferenció desde el principio del de pelo áspero por su color y su manto corto. La mayoría de ellos eran negros con manchas marrón claro, unicolores en tonos marrones hasta rojo, sal y pimienta o simplemente gris azulado hasta negro.   

 

Dobermann

Louis Dobermann de Apolda, en la región alemana de Turingia, era cobrador de impuestos allá por el 1880. Dada su afición a los perros feroces decidió crear el animal ideal para acompañarle en sus rutas. Fue una tarea relativamente fácil ya que era el guardián de la perrera local y tenía acceso a numerosas clases de perros. Su idea era conseguir un perro de talle media a grande, de pelo corto, valiente  y alerta. El Pinscher Alemán  se consideraba agresivo y alerta, así que fue esta la raza con que Dobermann fundó su stock, mezclando el Rottweiler, perro de gran resistencia y habilidad de rastreo y también se cree el Manchester Terrier que en aquella época era un animal de talla mucho mayor. Sin duda el pelaje negro con marcas color fuego  proviene del Manchester Terrier. También es posible que se haya utilizado el Pointer.

Italian Greyhound

Se cree que el origen de este perro está en los galgos representados en las tumbas de los faraones. Existe desde hace siglos con su forma actual, el nombre proviene de su gran popularidad en la Italia del siglo XVI. Fue uno de los perros favoritos de la Reina Victoria, quien hizo mucho por popularizar algunas razas pequeñas durante su largo reinado. Fue desafortunada para esta raza la introducción del sangre Terrier inglés enano en un esfuerzo por reducir aún más su tamaño, se consiguió estropear el carácter de la raza. En un intento de volverlo a su origen se importaron varios perros de América pero esto tampoco ayudó a resolver el problema y a principios de los años cincuenta sólo quedaban cinco registros en el Kennel Club Inglés. Se importaron nuevos perros de Italia y gracias a los esfuerzos y cuidados de los criadores el Galgo Italiano volvió a ser lo que había sido estableciéndose firmemente a principios de los años setenta.   

Dachshund o Teckel

El Dachshund o Teckel fue creado como perro de caza. Se conoce su existencia desde antes del siglo XVI y su procedencia de las razas mas antiguas de perros cazadores alemanes, tales como el Bibarhund. Cuando se fundó el Club Alemán del Dachshund en 1888 sólo existía una variedad, la de pelo corto. En aquella época su característica era la piel arrugada de las patas, que sucesivas generaciones casi han hecho desaparecer. Hoy en día existen tres variedades, con ejemplares enanos en las tres: Teckel de pelo corto, de pelo largo y de pelo duro. Este último proviene del cruce con el Dandie Dinmont Terrier y otros terriers. La variedad del pelo largo proviene del cruce con el Spaniel  y con un antiguo perro alemán llamado Stöberhund. Los ejemplares enanos, como los estándar también fueron creados por una razón. Hacia fines del siglo XIV los cazadores alemanes buscaban un perro que rastreara el suelo en busca de conejos. Algunos ejemplares se obtuvieron por casualidad, eran los miembros mas pequeños y débiles de una camada, aunque también parece ser  que hubo un tipo miniatura producido ex profeso  a través de la cruza de Teckel con terrier enanos o Pinscher.

Schnauzer Estándar

Como el nombre indica, el Schnauzer es de origen alemán. En Stuttgart se ve una estatua de 1620 que representaba a un vigilante acompañado de un perro de apariencia similar a la del Schnauzer  actual. La raza tuvo origen en Bavaria y Württenberg, donde se le apreciaba como ratonero y conductor de ganado. Atrajo la atención de los criadores desde el año 1900. 
 
El Grifón de Bruselas es un perrito de mucha personalidad. Para muchos es un muñeco, para otros un animalito raro. Originalmente esta raza se empleó para controlar las ratas. Después, por insistencia de ellos mismos, se convirtieron en perritos de compañía y guardianes.
Esta raza es natural de Brusela, Bélgica. Se estima que entre sus antecesores se encuentre el Affenpinscher y los perros callejeros de su región natal. Se estima que la raza se estabilizó a finales del siglo XIX. Ya en la década de 1890 era muy popular en Brusela

ORIGEN : Gran Bretaña
Este perro toma el nombre de la ciudad de Manchester, donde en una época estaban muy de moda las competiciones de caza de ratas en "cuadriláteros" adecuados, en los cuales se soltaban algunos centenares de ratas que, en tiempo récord, eran muertas por el Manchester terrier. En aquel tiempo, las orejas de estos singulares cazadores eran amputadas para evitar que fueran desgarradas por los roedores que con frecuencia, en un desesperado esfuerzo

para sobrevivir, se enfrentaban a los perros. llevadas colgadas hacia adelante.
Sobre los orígenes relativamente antiguos de este terrier se dice que desciende de cruzamientos entre el primitivo Black and Tan terrier y el pequeño galgo italiano. Esta tesis estaría confirmada por la conformación del perro que, en algunos detalles, recuerda ciertamente al tipo del lebrel. La formación del Club, en Inglaterra, se llevó a cabo en 1879 y desde entonces han sido seleccionadas dos variedades de este pequeño perro. La primera de tamaño mayor, comprendida entre las razas de terrier y la segunda, mucho más pequeña y definida Toy, que veremos en las razas de compañía. Fuera de Inglaterra, nunca ha tenido gran difusión.
 http://www.criaderolalupe.com.ar/historia.htm

Primeros pinscher miniatura del mundo

Carl Reichert
En este cuadrito familiar vemos a los primeros pinscher miniatura del mundo. (1836-1918)
                                               http://www.criaderolalupe.com.ar/historia.htm

Schnauzer y Pinscher Dibujo

                                         Schnauzer y Pinscher Dibujo de Richard Strebel (1924)
tomado de El Schnauzer de Maria Bergamini Ed. Olimpia

sábado, 12 de noviembre de 2011

Pinscher und Zwergpinscher

                                                                                      Jean Bungartz, antes de 1888

http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bungartz-Pinscher.jpg?uselang=es#file

martes, 1 de noviembre de 2011

¿Quiénes son las personas que exhiben a los perros? ¿Son lunáticos o fanáticos?

La gente que se mueve en este mundo dice que no hace falta estar loco para disfrutar de un certamen canino, pero que desde luego eso ayuda. Se debe a que, aunque han de pasar muchas visicitudes y desengaños, a pesar de todo disfrutan y hallan diversión en el asunto, una de las peculiaridades más fascinantes de la competición canina consiste en que las personas que se encuentran unidas en la práctica de este deporte pertenecen a áreas de actividad muy diferentes: dentistas, carpinteros, maestros, banqueros, esposas, granjeros, músicos, ingenieros, artistas, industriales, viejos y jóvenes, ricos y pobres. Todos ellos están animados por un mismo deseo: llevarse a casa la mejor calificación.
Existen muchísimas razones por las que estas personas exhiben a sus perros. En primer lugar tenemos al criador de perros serio. Se promete así mismo que mejorará la raza en la que está interesado, y siente grandes deseos de comparar a sus animales con buenos competidores, porque de ese modo averigua si va o no por el buen camino en su programa de crianza. Este es un punto de suma importancia. Muchos perros tienen en casa un aspecto perfecto, y sólo al comparalos con otros buenos perros se da uno cuenta de sí son mejores. La comparación es el elemento que configura los certámenes caninos. El criador serio también tiene otra razón de peso para acudir a certamen, y es que le proporciona la oportunidad de mostrar sus logros a los demás criadores y amantes de los perros.
Tenemos también a un grupo de personas que ven en los cetámenes caninos un deporte de competición lleno de actividad. La lid en sí misma supone acción.
Vamos ahora a por el tercer grupo. Una persona compra o recibe como presente un cachorro de  perro que se desarrolla de forma excepcional, y alguien le aconseja que lo exhiba en certamen. Así lo hace, gana varios galardones, y el animal consigue el título de campeón. Con mucha frecuencia a esta persona le "pica el gusanillo", sucumbe a él, sueña con criar su propio campeón, se introduce en el mundo de la competición y acaba convirtiéndose en un miembro importante de nuestro primer grupo, el de los criadores serios.
No olvidemos a la persona que busca un pasatiempo o una actividad que le entretenga durante el fin de semana.¿Qué mejor pasatiempo que el que nos proporciona la oportunidad de viajar y una buena dosis de placer y buena camaradería, a la par que nos mantiene activos e interesados en algo?.
Y por fin incluyamos en nuestra lista de personas que exhiben a sus perros a los exhibicionistas, a los que actúan "para la galería". Adelante, muestre un buen perro,¡y se lo pasará de maravilla!. Pero es inevitable que le acurran una de estos dos cosas: o se enamorará de este deporte, y se lo empezará a tomar en serio, convirtiéndose en parte de él y adquiriendo un interés que disminuirá su necesidad de destacar, o se irá a buscar la admiración general a otro sitio, porque sin un interés y amor genuinos por los perros y el certamen que los reúne no se puede durar en ese juego; se aburrirá .
Un consejo, si ha pensado que quizá le gustaría entrar en el mundo de los perros, pero todavía no ha comprado a su primer ejemplar. Hay tantas razas maravillosas, cada una con su encanto personal y seguro que encontrará la más adecuada para usted. De todos modos, decídase siempre por una cuyo tamaño y temperamento encajen bien en su vida.
Cuando esté a punto de comprar, vaya a ver a un criador de confianza y dígale que tiene intención de exhibir. Un criador sincero no le venderá nunca un animal inferior si sabe que va a ser exhibido.
Reseña tomada de Cómo exhibir su perro. V. T.nichols. Editorial hispano europea. 1985