jueves, 27 de septiembre de 2012

Inteligencia y sentimientos caninos

¿Son inteligentes los perros con quienes convivimos? ¿Tienen imaginación? ¿Pueden ellos actuar racionalmente? ¿Pueden pensar? ¿Tienen sentimientos?
Es muy frecuente escuchar tanto en el ámbito científico como en el popular respuestas contundentemente negativas a estos interrogantes. Para quienes sostienen esta postura los seres humanos somos los únicos seres inteligentes sobre nuestro planeta, los únicos que actuamos racionalmente, los únicos que podemos pensar y aún más los únicos que tenemos sentimientos (amor, odio, celos, culpa). Un exponente de esta corriente del pensamiento fue el filósofo francés René Descartes (siglo XVII). Descartes sostenía que los animales carecían de estado consciente, de inteligencia y de cualquier proceso mental análogo al del ser humano. Muchos psicólogos y fisiólogos compartieron, e incluso comparten en la actualidad, este concepto. Para ellos los procesos mentales superiores que rigen el comportamiento humano están gobernados por principios distintos de aquellos que rigen el comportamiento animal. Suelen afirmar que los comportamientos de los animales son de dos tipos: instintivos y producto del condicionamiento. Si bien es cierto que el movimiento de la cola y el ladrido en los perros son comportamientos instintivos, la risa, la sonrisa y el llanto de los humanos también lo son. Evidentemente no sólo los animales son portadores de este tipo de patrones de comportamiento. Sin embargo, los perros no manifiestan los comportamientos instintivos en cuestión en forma indiscriminada sino que ellos deciden cuándo y hacia quien dirigirlos. Dicha capacidad de discriminación implica un grado rudimentario de razonamiento inteligente, más aún cuando los perros suelen utilizar estos comportamientos para influir e incluso manipular a sus dueños para obtener atención, comida o un paseo.
Por otro lado muchos propietarios de perros, haciendo caso omiso de las opiniones que niegan la capacidad de pensar, imaginar y sentir de sus animales, no dudan en afirmar: "A mi perro sólo le falta hablar", "mi perro es sumamente inteligente, mucho más que muchas personas que conozco", "mi perro es tan inteligente que cuando quiere salir a pasear me trae la correa y cuando quiere jugar me trae su pelota", son comentarios corrientes entre estos propietarios. Si bien la mayoría de estas personas no son imparciales producto de que tienen un vínculo sumamente estrecho con sus animales y además no poseen los conocimientos para realizar estudios objetivos, ellos no dudan en afirmar que sus animales son inteligentes, pueden pensar y desde ya tienen sentimientos.
¿Cuál de estas dos visiones acerca de estos temas es la correcta? ¿Dentro del ámbito científico existen opiniones que avalen las afirmaciones recién mencionadas?Para contestar el primer interrogante es necesario aclarar a qué nos referimos cuando hablamos de inteligencia, pensamiento, imaginación y sentimientos. Tomemos como ejemplo a la inteligencia. Una definición que tiene consenso entre la mayoría de los científicos es aquella que dice que la inteligencia es la capacidad de enfrentar símbolos, relaciones y nuevas situaciones o problemas y resolverlos de una manera adecuada. A partir de esta definición muchos sostienen que la inteligencia de los perros es más un mito que una realidad.
Sin embargo, desde la filosofía Aristóteles (384-322 a.C.) sostenía que la razón de los animales difería de la nuestra no por su naturaleza sino del más al menos. A su vez un científico prominente como Charles Darwin en su libro La descendencia del hombre sostenía que la diferencia entre la inteligencia de los seres humanos y la de muchos animales era cuestión de grado y no de clase. Más aún Darwin afirmaba que "las distintas emociones y facultades —como el amor, la memoria, la atención, la curiosidad, la imitación, etc.— de las que se jacta el hombre, se encuentran en forma incipiente y a veces bien desarrolladas en los animales inferiores". Otras autoridades científicas comparten esta visión de los hechos. El Profesor Donald Griffin (autor del libro Animal Awareness), el Dr. Stephen Walker (autor del libro Animal Thought) y especialmente una de las autoridades más conocidas y reconocidas en cánidos, el Dr. Michael W. Fox (autor de innumerables artículos científicos y varios libros) concluyen que los animales poseen, en grado variable, capacidad de razonamiento, sentimientos y comportamiento inteligente.
Veamos cómo algunos ejemplos cotidianos, que todo dueño de perro reconocerá haber observado en algún momento de la convivencia con sus animales, parecen demostrar que es posible afirmar que los seres humanos no somos portadores exclusivos de los atributos que estamos tratando.
Inteligencia: Un perro roba una servilleta a su propietario y para no ser alcanzado comienza a correr alrededor de la mesa. El dueño sumamente enojado comienza a perseguirlo. Por supuesto el perro corre más rápido que él. El humano, poseedor de una gran inteligencia, decide dar la vuelta y corre para el lado opuesto intentando de esa manera atrapar al perro. Para su sorpresa el perro hace lo mismo. Conclusión el dueño del perro, agotado y sin poder agarrar a su animal decide esperar a que éste se digne a dejar la servilleta. Evidentemente el perro se enfrentó a un problema y lo resolvió de una manera adecuada.
Imaginación: está comprobado que los perros sueñan. Cuando un perro sueña suele emitir sonidos diversos, tales como gemidos, gruñidos o suaves ladridos y realizar pequeños movimientos con su cuerpo. Seguramente deben ser capaces de imaginar cosas, un componente básico de la capacidad del pensamiento.
Depresión (tristeza): una familia sale de vacaciones y decide dejar a su perro en un pensionado canino. El animal presenta anorexia (deja de comer), adipsia (deja de beber) y permanece indiferente a todo tipo de estímulo.
Odio: en el vecindario hay un niño que habitualmente pasa por una casa donde hay un perro tras una reja. El niño azuza cotidianamente al perro a través de la reja. El perro cada vez que el niño realiza esta acción ladra con furia. El niño sigue su camino y deja en paz al perro. En la casa donde vive el perro hay niños y habitualmente van amiguitos con los cuales el perro presenta un comportamiento ejemplar. Un día el propietario del perro al salir a pasear con su animal se sorprende al percibir que su perro intenta abalanzarse y agredir a un niño en la calle por lo que debe retenerlo de la correa con fuerza para evitar que el niño sea agredido. Será fácil para el lector deducir qué niño había sido blanco de la agresión del perro.
Amor: una familia convive con tres perros. Uno de ellos muere. La familia consternada decide enterrar al animal en el jardín de la casa. Los otros dos perros están al lado de los humanos durante el entierro. Una vez finalizado el mismo la familia se retira del lugar. Los perros se quedan. Una de las personas los llama. Los perros acuden pero luego regresan al lado de la tumba. Durante tres días los perros permanecen allí la mayor parte del día. Al cuarto día la familia decide consultar con un especialista para tratar de terminar con el sufrimiento de los perros.
Como conclusión vale la pena citar una frase de Porfirio (filósofo griego, 232-304 d.C.):"Si los hombres tienen más inteligencia que los animales, esto no es una razón para sostener que los animales no la tienen en absoluto; del mismo modo sería erróneo sostener que las perdices no vuelan porque los gavilanes vuelan mejor que ellas".
Sin embargo, obviamente, los perros no son siempre racionales. Ellos frecuentemente actúan de manera irracional. Un perro que entre en pánico producto de los estampidos producidos por los elementos de pirotecnia seguramente actuará, con el único propósito de huir del lugar, de forma totalmente irracional. Si en un cine colmado de gente repentinamente se corta luz producto de un principio de incendio, los humanos que allí se encuentren seguramente actuarán de manera similar.
Antes de finalizar es importante aclarar que si bien los perros poseen los atributos analizados y por lo tanto son emocionalmente similares a nosotros poseyendo además habilidades mentales, no sólo sería un grave error creer que ellos se acercan a nuestra capacidad de pensamiento y sobre todo a la del pensamiento abstracto, sino más grave aún sería creer que los humanos y los perros somos iguales. Si bien nosotros somos parte del reino animal dado que compartimos muchas características con otros animales, tenemos algunas características exclusivas que nos separan de todos ellos. La más importante de ellas es la cultura, la cual ha hecho que nos diferenciemos enormemente del resto de las especies que habitan nuestro planeta. Esta característica que nos identifica y nuestra mayor capacidad de inteligencia y pensamiento deberían ayudarnos a cambiar la tradicional actitud de ubicar a los humanos en una categoría total y absolutamente diferente a la del resto de las especies. Este cambio seguramente ayudará a valorizar la importancia del bienestar animal, tema con el cual la humanidad todavía tiene una deuda pendiente.
Etología, comportamiento canino: Dr. Claudio J. Gerzovich Lis 
Visto en:  http://www.portaldog.com/etologia/Inteligencia_y_sentimientos_caninos.htm

Historia de un torito bravo

“Lo compré a la ganadería Domecq, y estaba destinado a ser toreado en Barcelona. Cuando les pregunté si era difícil educar a un toro me contestaron : « Si lo cuidas bien, verás que es incluso más fiel que un perro ». Esto demuestra que ellos saben bien el tipo de animal que tienen y que mandan a las corridas.” Son las palabras de Christophe Thomas, un joven granjero francés que hoy vive felizmente con Fadjen. El realizador Pablo Knudsen ha captado estas imágenes de su hermosa amistad y su vida en común, para disfrute de los amantes de los animales y antídoto contra los prejuicios extendidos por los aficionados a la tauromaquia.  

Ya hace bastante tiempo que enlazábamos en Ciencia en el XXI un vídeo en el que el experto en museología científica Jorge Wagensberg se lamentaba del desaire que se hacía al hecho científico de que el toro es un mamífero y, como tal, sufre y siente dolor. Digan lo que digan los amantes del toreo. Que los toros tienen terminaciones nerviosas es una evidencia. Pero vamos, tampoco hay que ser zoólogo, con ver una corrida cerquita del albero se escuchan los gritos del toro.
Se ha escuchado muchas veces el argumento de que los toros bravos sólo sirven para dar cornadas, que han nacido para ser eso, bravos. Aquí hay una prueba de que los toros, como los perros, como los humanos, pueden sentir cariño.
Posted by Eugenio Manuel Fernández Aguilar

Visto en: http://cienciaxxi.es/blog/?cat=514

viernes, 21 de septiembre de 2012

Pinscher miniatura. Perfil canino


Texto: Antonio López Espada

A pesar de que hablamos de un perro de un tamaño tan reducido, el Pinscher miniatura lleva varios siglos destacando por aspectos como su valentía, llegando a la más imprudente temeridad, por una sorprendente capacidad de guarda de propiedades y, en el ámbito familiar, por lo juguetón que llega a ser. Además, por mucho que lo intentemos, no lograremos cansarle antes de caer agotados nosotros. Todo esto ha permitido que este perro salga de las granjas que le vieron nacer y desarrollarse como raza ideada para el control de roedores y alimañas en lo más profundo de la Alemania rural del siglo XVII, y pase a ser demandado como perro de compañía en muchas partes del mundo. 
En su Alemania natal se le conoce como Zwergpinscher. Su origen lo encontramos en las granjas germanas allá por el siglo XVII. Pero antes de esto poco conocemos de él. Algunos han aventurado que la raza comenzó a desarrollarse a partir de cruces de Toy con Manchester Terrier, otros sostienen que galgos ingleses y Teckels se mezclaron para dar lugar al Pinscher miniatura. Sea como fuere, lo que los granjeros alemanes buscaban era un perro eficaz para el control de ratas y, a partir del significado de su nombre (“pinscher” significa “mordedor”), necesitaban un perro pequeño pero fuerte, de potentes mandíbulas que le permitieran eliminar a las ratas y alimañas que intentaran alimentarse de sus cultivos y graneros.

LA FAMILIA DE LOS PINSCHER
La variedad miniatura pertenece a la familia alemana de los Pinscher, que tradicionalmente incluía variedades más grandes de tamaño y dos tipos diferentes de pelo. Pero a principios del siglo XIX comenzaron a distinguirse y a separarse las distintas variedades Affenpinscher o Pinscher mediano y los Schnauzers. En 1895 se forma el Pinscher-Schnauzer Club de Alemania, y ese mismo año, un autor reconocido en el país centroeuropeo, Bernard Wolphofer, describe en su obra “Buch von den Hunden” las cuatro variedades de Pinscher existentes por aquel entonces: el Pinscher alemán de pelo áspero, la variedad miniatura de pelo áspero, el Pinscher alemán de pelo liso, el Pinscher enano de pelo corto y el Pinscher miniatura.

Ya a principios del siglo XX, la raza disfrutaba de una buena salud. Tan sólo treinta años después de la creación del Club en Alemania, el libreo de cría registraba 1.300 ejemplares inscritos.

Fuera de su país de origen, quizá con la excepción de los países escandinavos, no se le conocía hasta después de 1919, cuando comenzó a ser exportado. A Estados Unidos llegó en 1919, y tan sólo diez años después se funda en el país americano el Miniature Pinscher Club of USA. A la raza le costó sólo seis años imponerse en la categoría “Toy” de la prestigiosa Exposición Canina de Chicago.

PEQUEÑO, RÁPIDO Y LETAL
Al nacer como perro de caza de roedores, el Pinscher miniatura debió desarrollar una agilidad y una rapidez que le permitiera dar caza a ratas, ratones y otras alimañas de los bosques germanos. Así, el movimiento más común en la raza es el trote. Durante este trote mantiene la espalda muy firme, moviéndose apenas levemente. La sensación que tenemos al verle en ese trote es de total armonía. Denota fuerza, seguridad, amplitud, logrando un buen alcance gracias a un empuje poderoso. Este movimiento es limpio y fluido. Cuando lo necesita, se impulsa de manera potente, acelera de manera muy rápida y es capaz de maniobrar, cambiar de dirección y girar sobre sí mismo muy ágilmente.

A todo esto contribuye la conformación de sus extremidades, su fortaleza y la musculatura que envuelve la osamenta.

APEGADO, JUGUETÓN Y BUEN GUARDIÁN
Aunque en mucha menor medida que en los primeros tiempos de la raza, el Pinscher miniatura sigue manteniendo a raya las cosechas de las granjas de su Alemania natal. Su instinto de caza es algo que nunca se apagará. Si se cruza ante él un roedor, un pájaro o cualquier pequeño animal, lo despertará sin remisión.

Los que conviven con uno o varios de estos perros destacan que se trata de animales extremadamente inteligentes, que aprenden de manera muy rápida y sin demasiados esfuerzos por parte de quien los educa. Además, su memoria se muestra prodigiosa y no necesitan muchas sesiones para asimilar lo que necesitamos de él.

Son perros de su dueño, muy apegados, reclamando a menudo la atención de su familia y el cariño de los que asimila como miembros de ese núcleo familiar.

Jugando con los pequeños de la casa o con otros perros, resulta curioso que utilizan mucho las manos para interactuar, al más puro estilo felino. También recuerdan al gato en la manera de acechar a sus “presas”. Suelen intentar acercarse a un pájaro o un pequeño insecto, a un roedor, sin hacer ruido para no ser descubiertos, despacio, para cuando están a una distancia cercana, saltar sobre ellas.

Estamos ante perros con un carácter desmedido, totalmente desproporcionado en relación a su tamaño. Su valor parece que no le cabe en el cuerpo, siendo capaz de plantarle cara a cualquier otro perro, sin importarle que apenas le llegue a la rodilla. 

Pinscher miniatura obsesiva

http://petscancun.com/perros/cesar-millan-el-encantador-de-perros/

domingo, 2 de septiembre de 2012

DOG's Show Magazine

http://www.dogshow.es/web/

El movimiento en el perro


Importancia de su conocimiento: Para la eficiente evaluación visual, morfológica y juzgamiento del perro por medio de la apreciación correcta de la estructura en el movimiento.
Es fácil comprender que la función por la cual ha sido seleccionado un perro, producirá un tipo definido representado por la estructura, producto del movimiento que debe practicar para cumplir con su función.
De manera que entendemos que la estructura de un perro de caza será diferente a un galgo debido a que los movimientos que realicen serán distintos. Lo mismo ocurre entre los perros de caza, un Pointer que trabaja a la carrera, tendrá una estructura distinta a un Kurzhaar que caza a un galope lento. Igualmente sucede si comparamos la diferencia de estructura entre ambos galgos, un Saluki y un Afgano. El primero debe correr sobre la arena y por lo tanto será de carpos y tarsos más largos. El segundo corre sobre terreno pétreo y quebrado, que le producirá una grupa caída y angulaciones características, necesarias para trepar y descender a toda velocidad.

Resumiendo: Función del perro —> Movimiento —> Estructura —> Tipo
Siendo, por lo tanto, la estructura producto del movimiento, la misma debe juzgarse en movimiento. Además, jamás un perro adopta como posición cómoda el quedarse parado. Si lo hace, es porque algo le llama la atención, pero por un breve instante. Si observamos las posiciones que adopta un perro durante el día, lo encontramos o bien en movimiento o, la mayor parte del día, echado. La posición del perro, obligado varios minutos a la posición de “stay”, tan practicada en las exposiciones, entra dentro de la calificación de desagradable e incómoda para el mismo, y como una forma de agresión y crueldad hacia el perro.
De manera que debemos dejar mover al perro, para evaluar eficientemente el movimiento en su traslación, y reconocer el movimiento típico de la raza, consecuente de su función que producirá su tipo.
Si nos encargaran construir una perfecta máquina de traslación, por supuesto no la haríamos de cuatro patas. Las ruedas han demostrado ser mucho más eficientes y alcanzar mayores velocidades que un sistema de extremidades. Pero el perro resultó ser inevitablemente un cuadrúpedo por su origen y evolución.
Considerando el problema, primeramente tenemos que pensar y llegar a la conclusión de cómo está construida una máquina perfecta de traslación de un cuadrúpedo, para poder considerar un modelo que nos permita reconocer las distintas fases del mismo.
Si la estructura del perro estuviera exclusivamente diseñada para la propulsión, el problema de su estructura se simplificaría mucho. Pero resulta que la estructura del antecesor del perro, el lobo, estuvo seleccionada para que pudiera realizar múltiples funciones necesarias para sobrevivir, como cavar, enroscarse, etc., que en parte se contradicen entre sí. Ello hace que siempre ante una estructura polifuncional y polifacética, cualquier función u operación que realice el animal, se encuentre ante una solución de compromiso. El perro heredó del lobo todo esto. Por lo tanto su estructura no es la ideal para un cuadrúpedo, si consideramos exclusivamente una función mecánica de movimiento de traslación.
Prof. Werner F. Kirschbaum B.Sc.A.
Visto en: http://www.mascotadomestica.com/articulos-sobre-perros/como-se-mueven-los-perros-movimiento-de-traslacion.html

Otros artículos en:
http://www.doogweb.es/2010/09/09/el-movimiento-en-el-perro/
http://www.doogweb.es/2011/06/29/el-movimiento-del-perro-estudio-cientifico/

La importancia de la cola en el perro

La cola del perro: movimientos, significados, e importancia

La cola de los perrosAunque cada vez son más los lugares que prohíben el corte de la cola del perro, todavía son muchas las personas en busca de información sobre los motivos por los que hay tanta controversia al respecto. ¿De verdad puede sufrir mi perro si le corto el rabito? ¿De verdad es tan contraproducente, pese a las ventajas estéticas que comporta? A continuación veremos lo que hacen nuestras mascotas con su extremidad.

La cola del perro

A falta de un recurso mejor, los perros emplean gestos y movimientos de su cuerpo para hacer saber su estado de ánimo y expresar sus emociones; y de todo su físico, la cola es la parte más expresiva (seguida, por cierto, de las orejas). Prácticamente cada uno de sus movimientos quiere decir algo, ya sea dirigido a nosotros o a otros perros con los que pueda cruzarse o convivir. De ahí la importancia de conservarla, para poder sociabilizarse y no tener problemas de comportamiento con otros de su especie. Es, en definitiva, lo más parecido a la expresión facial humana que el perro pueda tener. Pero además, el movimiento de cola favorece la emanación del olor de las feromonas que nuestros animales tienen en las glándulas anales, otra de las grandes vías de comunicación perruna.

Los movimientos y su significado

Movimiento en círculos. Con este movimiento, el perro indica empatía, jolgorio y ganas de jugar.
Movimientos rápidos de un lado a otro. Implican agitación, felicidad y alegría, pero también impaciencia y nerviosismo. De hecho y contrariamente a lo que se piensa, en estos casos el perro se debate entre deseo y miedo. Deseo por hacer algo, y miedo de lo que ocurra si lo hace. El ejemplo más obvio lo tenemos en la comida: si ve que su dueño se acerca al bol del que come, en vez de tener la cola relajada, empezará a agitarla, demostrando la felicidad que le genera la ingesta de comida... pero también el recelo ante el ser humano que se la puede arrebatar.
Movimiento corto y rápido. Sumado a las orejas dobladas hacia atrás y a enseñar los dientes, no hay duda: se dispone a atacar.
Cola levantada, con la punta hacia arriba. Este es lenguaje 100% perruno: con el rabo totalmente levantado, el animal estámostrando su autoridad. Es el perro dominante, y difícil será que le hagan cambiar de idea.
Curva levantada pero curvada. Esta posición no tiene nada que ver con la anterior, puesto que de esta manera nuestra mascota está demostrando su confianza y su autocontrol.
Cola extendida horizontalmente. Quiere decir que el perro está atendiendo a algo que atrae su interés.
Cola extendida horizontalmente y tensa. En este caso, generalmente acompañado de pelo erizado, la atención se genera por un posible enfrentamiento. Un perro con la cola rígida y horizontal no es que quiera atacar necesariamente, pero no está dispuesto a que nadie invada su terreno ni le cuestione su autoridad. Mejor alejarse.
Cola baja, alejada de las patas traseras. Significa que el animal está tranquilo, relajado y a gusto.

Cola baja, cerca de las patas traseras y con ligeros movimientos laterales. Esta es la forma que tiene el perro de mostrar su inseguridad. Está intranquilo y no le gusta lo que tiene delante o a su alrededor; no se fía. Es el paso inmediatamente anterior a la...
La cola de los perrosCola entre las patas. Aquí el sentimiento es de miedo. El animal está muy asustado, con temor a ser agredido. Puede indicar esto, o bien puede indicar sumisión ante el miembro dominante de la manada. Este movimiento en particular es fundamental y se constituye como una de las pérdidas más importantes si se corta el rabo, puesto que colocado entre las piernas hace también de contención de feromonas, impidiendo que se segreguen y por tanto “manteniendo la intimidad” del animal.

¿Y qué pasa si el perro no tiene cola (ni orejas)?

Si el dueño decide amputar dichas partes del cuerpo de su animal, éste puede tener graves problemas ante otros perros. No poder demostrar dominancia o sumisión puede llevar a un enfrentamiento violento puesto que puede ser interpretado como un desafío, y por su parte, un humano tampoco está capacitado para saber si puede acercarse al perro con tranquilidad o es mejor (tanto para el animal como para él) adoptar medidas específicas para una convivencia correcta.

Visto en: http://www.mundoanimalia.com/articulo/La_cola_del_perro_movimientos__significados__e_importancia